viernes, 20 de noviembre de 2015

20 de noviembre

Es el mes del dolor. Es el mes de la celebración de la tragedia que tu falta provocó en mi cuerpo. El mes de la celebración de la mancha eterna. Es el mes de la fiesta del dolor, de la muerte, de tu muerte, y de la mía. Es el mes de las llagas infectas que secundan cada uno de mis actos. Mis actos que son tan míseros... Esta mañana he ido a buscarte por si la muerte te hubiese soltado. Esta mañana he ido a ver si habías vuelto y he caído en la cuenta de que el horno de dolor que dejaste en mi estómago está calcinando las últimas fuerzas que quedan en mi cuerpo. Tengo miedo. Tengo mucho miedo. Tengo un miedo atroz a la locura que surgirá de la culminación de mi valentía. Pero persistiré impávida a la invitación de la casa de Dios.