viernes, 9 de junio de 2017

nuestra tristeza es animal.
nuestra pena no le pertenece al mundo.
somos seres de otra tierra.
habitamos en lo incompatible.
apenas existimos.
transitamos lugares que no existen.
no somos nada.
no somos nada bueno.
no somos nada que alguien de nuestra especie quisiera.
ni siquiera nosotros nos desearíamos.
no habita el deseo en nosotros.
no somos nada.
nada bueno.
pero somos indestructibles.
y ahí asoma nuestra belleza.
tú y yo no nos moriremos nunca,
porque tú y yo no existiremos nunca,
porque tú y yo no habitamos este mundo,
porque tú y yo no somos nada,
nada que ver con los demás seres,
nada que ver con la mediocridad que nos alberga,
tú y yo,
con nuestra tristeza,
destrozándonos como animales,
imaginando que podemos ser otra cosa, distinta a lo que somos,
otra especie,
como si pudiésemos permanecer inmortales al dolor que nos menciona.