jueves, 5 de marzo de 2015

-

me cansas. me canso de ti. me canso me canso y me canso. a menudo me siento incapaz de ordenar mis pensamientos. me agoto en esta inestabilidad, me hunde la psicosis. me duelen las cuencas de los ojos de contemplar esta inmadurez que no me es propia. bien sabe Dios que mis actos solían ser sensatos; y ahora no hago si no gozar y gozar en el error. y no sé si a la culpa le pertenecen mis actos o los tuyos, si yo habría sido tan desacertada de no habernos. sólo me eres útil para escribir. cuando la rabia se me mezcla con la pena no soy más si no una frustración escrita. temo no querer que te separes de mí. temo que al separarte yo te busque. temo alcanzar fielmente la locura y convertirme en tu mancha y que me temas y temerme pero no temernos de nuevo y que corras de mí mientras huyo hacia ti. me pregunto si seré capaz de escribir cuando suelte a la idea que tengo de ti. me pregunto a qué me agarraré para soltar estas memeces. me pregunto si necesitaré constantemente un aliciente envenenado destructor mortífero repugnante como el tuyo para poder continuar escribiendo para poder decir algo con propiedad para poder hablar de mí. me pregunto de qué hablaré ahora que me marcho. qué diré ahora. a lo mejor enmudezco. enmudecer por tu falta. eso sí que angustiaría. relevar una ausencia con otra con la única voluntad de escapar al mutismo. apenarme constantemente sólo para no quedarme callada.