viernes, 19 de diciembre de 2014

el hogar que no tuve me espera. cada vez que trato de regresar a casa me cubro más y más de óbito. no hay lugar que habitar. el calor se ha agotado. ya sólo podemos correr hacia delante. correr hacia nuestra muerte. correr como corríamos cuando aún creíamos tener a dónde ir. arrastraré mi vida hasta volverla polvo. y correré. correré hasta convertirme en algo tan insignificante que hasta los cuervos queden impávidos ante mi llanto.