miércoles, 23 de agosto de 2017

extrañarte era entonces la mayor de mis debilidades. volvías cualquier acto del presente un mero acontecimiento de tu falta. habría renegado a todo, por presenciar un mísero momento de cordura. mi carne estaba más cerca de la muerte que del dolor. pensarte era mi acto diario. absolutamente todo, incluso lo más bello de la tierra, había sido tiranizado por la ausencia de lo nuestro. ahí nació lo más violento que existe ahora en mi memoria.